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Bidra med feedback¡Muy bien! hemos comido muy una gota y por muy buen precio, recomendado
Anoche fuimos a cenar en familia. En mi opinión, fue bastante caro para lo que comimos, pero eso es lo de menos. Quisimos pagar con tarjeta, ya que eran alrededor de 300 €, pero el jefe nos dijo que no aceptaba pago con tarjeta. Craso error para cantidades tan altas, pero incluso eso es entendible, sus razones tendrán. Lo verdaderamente lamentable es que después de haber pagado nos dio el tique y había anotado a mano en referencia al cliente que había reservado (uno de mis familiares) el siguiente par de palabras: "tonto polla". A juzgar por su caligrafía y su redacción, el dueño no es Garcilaso, Bécquer ni Quevedo, ni necesidad que tiene de serlo, pero qué menos que no insultar así a los clientes. El mínimo exigible de respeto. Al menos, si te gusta insultar a la espalda a tus clientes, ten dos dedos de frente y no nos des el tique con la anotación. Mi pareja se quedó en shock al verlo porque nunca nos había pasado algo tan sumamente deplorable. Me acerqué y le indiqué que por favor me dijera cuál era la razón de dicha falta de respeto. Intentó mentirme en diversas ocasiones, inventando excusas como "no sé si he sido yo", "bueno, he sido yo, pero he puesto la palabra tortilla", "ah, bueno, quizás sí que pone tonto polla" y una serie de sinsentidos y rodeos. Ni siquiera se dignó acercarse a pedir perdón a la persona en cuestión hasta que no se lo dije yo. Finalmente, dándose cuenta de que las mentiras tienen las patas bien cortas, dijo que sí, que lo había escrito él y que era un gilipollas por ello (cito textualmente). Ahí le doy la razón. Le explicamos amablemente que no volveríamos más a ese bar. *Pongo una estrella porque no me deja poner cero.
La calidad de los productos es excelente y las porciones son generosas, el lugar no es muy atractivo, pero la chica que te atiende es encantadora. Se come a un precio muy asequible y todo está delicioso, aunque no espere presentaciones elegantes.
El local es grande, todo lo que hay está muy bueno, si que es cierto que el dueño es un poco seco, pero por lo menos aquí no me importa. Las tortas fritas están riquísimas.
No se por donde empezar,bar desgraciadamente pesimo pero no por la comida ni por el local si no por el dueño que a su vez es el camarero,en la vida puedes imaginar que hay personas tan secas y estúpidas como este personaje,aparte de estar sirviendo la mesa con malas ganas y con una cara de borrego impresionante despues de dejarle un paston con los 14 comensales el muy ovejo cuando pagamos casi nos tira a la calle porque pedimos unos chupitos,en fin para no alargar mas el comentario deciros que ni se os ocurra ir a este bar llamado Azorin frente colegio mendez nuñez