Ginos Gran Via De Vigo

Pésimo servicio y atención al cliente. No lo recomiendo, ni volveré. No se puede llegar a los postres sin las bebidas y así tooodo, un desastre.

Alucinante, había poquisima gente y tardaron 45 min en servir la cena. La comida rica como en otros VIPS pero el servicio un desastre. Nos sentimos como en Pesadilla en la cocina... no lo recomiendo en absoluto, estábamos deseando marcharnos.

Los camareros super atentos, el camarero de la barra sirve para hacer pelis de acción (de malo)

El restaurante vacío con 2 mesas y tardaron 30 minutos en atendernos, los trabajadores lentos y con pocas ganas de trabajar. Nos fuimos por que ya daba vergüenza.

Fue todo un despropósito: Nos obligaron a cambiar de mesa en la terraza, cuando absolutamente toda estaba vacía. Nos colocaron al lado de la cristalera, en cuyo interior estaba ocupada una mesa pegada a nosotros, pareciendo que estábamos en una mesa de 8 y no en dos de 4: un detalle feo y gratuito, pues esta falta de privacidad resultaba innecesaria. El camarero rubio de la terraza, a menos de un metro de nosotros, se puso a criticar por su pinganillo a los otros que supongo que dialogaban con él, en el interior o en la cocina. Cuando salió otro camarero alto y moreno, se unió al primero y a voz viva se puso a piropear de forma muy soez y chabacana a una camarera del italiano anexo, como dos “chulos de gimnasio”. Nos trajeron uno de los platos, los tacos, y tras 22 minutos de reloj, reclamamos al camarero (el rubio de la terraza que qué pasaba con los otros 3 platos (sándwiches que faltaban. Este metió prisa a los de la cocina por su pinganillo, de muy malas maneras y exhibiendo una falta total de tacto y mínima profesionalidad comenzó a vocear a otra camarera (de otro local que iba a entregar comida a uno de Grovo. Esperamos 5 minutos más, y pedimos que nos trajese la cuenta y que nos cobrase la bebida y los tacos. Este camarero dijo que tomaba nota, pero se quedó en su mismo sitio, hablando y riéndose con el otro camarero moreno alto, sin comunicar nada por el pinganillo (recalco que estaban justo al lado de nuestra mesa . Entonces solicitamos hablar con el responsable y fue cuando este camarero se movió del sitio, dejo de “alardear y ligar” con la camarera del restaurante situado al lado y fue a buscar al responsable. Cuando se personó el responsable, nos preguntó que pasaba, y al comprobar que llevábamos casi media hora desde que nos trajeran solo un plato y las bebidas, nos dijo que estábamos invitados a todo y que si esperábamos un “ratito más” nos traerían los tres sándwiches que faltaban. Dijimos que no, que no pensábamos esperar más y nos fuimos. No es la primera vez que había ido a un “Vips”, en otras ciudades, y a pesar de que sus precios son elevados (mi sándwich costaba unos 11€ la comida y el servicio eran buenos. Aquí en Vigo, desde luego no es así. La buena atención del responsable no encubre su falta de supervisión del tiempo de servicio, de la coordinación de comandas y sobre todo de la falta TOTAL de la más mínima educación, tacto y profesionalidad del camarero. No volveremos NUNCA… aunque cambien al personal. Hay muchos otros locales.