Mianka - Valladolid

Hacía mucho tiempo que no iba a este restaurante en el que cada fin de semana iba con mis amigos a disfrutar de unas patatas revolconas, unas raciones de rabas o torreznos.. Hemos pedido unos huevos rotos y unas patatas revolconas y la atención ha sido muy buena, pero la comida no se lo daba ni a los gorrinos. Hemos pedido que se lo llevaran y nos han traído unas raciones que supuestamente eran recién hechas. Las patatas probablemente eran sobras del día anterior, secas , aceitosas y recalentadas....lo siento, pero si sigue la misma cocina no vuelvo....una pena, se me ha caído un mito de mi juventud.

Somos clientes habituales desde hace tiempo porque nos gusta el sitio donde está, su terraza y la carta que los nuevos encargados han mantenido en parte. La sorpresa fue con las patatas, uno de los platos mas conocidos. Estaban rancias, duras en los bordes porque no eran recientes y aun lo negaban. Una decepcion.

Íbamos con las expectativas muy altas, habíamos visto por internet los platos y nos gustaba todo. Nada más llegar, 3min en la barra en la que nadie saluda, ni nos mira (no había jaleo, estábamos solos en la barra). Gente esperando para pagar en la misma barra, pero no miran. Tardan como 15min en ponernos una mesa al sol directamente con 30grados, habiendo sitio dentro. Tuvimos que decir que por favor extendieran el toldo. Pedimos tostas (que las tienen hechas en la vitrina, simplemente hay que calentar pero no había de gambas, de pulpo y de bacalao). Nos traen las patatas, los chipirones y después las croquetas, entre medias, la chica nos empezó a recoger los platos teniendo las croquetas encima de la mesa, sin tocar, porque pensaba que habíamos acabado. Las tostas no llegaban, deberían haber salido las primeras. Una camarera sola para toda la terraza, es mucho. Después de mucho tiempo,entramos a pagar y las tostas estaban en el ticket. Las croquetas las cambiaron de sabor y nos cobraron más caras que las que tomamos. Una pena, ya que los de cocina se merecen un 10, pero los tres camareros... No saben por donde les da el aire.

Un servicio pésimo!! Entras en el bar y nadie te atiende, a los camarer@s no saben ni por dónde les sopla el aire . De verdad que lamentable experiencia aunque la cocina se salva pero el servicio que muy muy malo.

La comida exquisita. El precio estupendo. El servicio amabilísimo. Y la terraza muy divertida. Todo fue de diez. Maravilloso