Boka nu
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Bidra med feedbackFuimos tres personas para tomar un refresco y unas tapas, sobre las 15:30. Directamente una mujer, que debía ser la dueña, de forma grotesca, maleducada y amargada, nos dijo que no atendía a clientes y que fuéramos a los bares de las plaza. Lugar no recomendable donde esa mujer, infeliz y amargada, no merece que nadie vaya. Mejor ir a los bares de la plaza donde atienden mucho mejor, y la comida es más sabrosa.
Al llegar, estando vacío, no creía que me fuese a gustar lo que al final me ha gustado. Una carta corta y un menú por 11 euros. La calidad de la comida ha ido creciendo. Para comer después de ver el nacimiento, son muchas expectativas, bien. El camarero muy, muy amable.
Comí aquí el menú diario un viernes que andaba por la zona por trabajo. La sopa castellana es posiblemente la peor que he probado en mi vida, sólo hay que ver la foto, un caldo prefabricado con unos trocitos de huevo y jamón, lomo con patatas congeladas de segundo. 11 euros. Para no volver
Fuimos a cenar y nos sentamos en la terraza. Pedimos un menú y nos dijeron que no se servía en el exterior. En plena pandemia y en época de COVID, me parece increíble que obliguen a la gente a comer dentro del restaurante cuando precisamente todos los restaurantes están cerrando el interior para habilitar el exterior. Por cierto, no nos fuimos sin comer.
La comida casera se prepara con esmero, los platos son sencillos pero bien elaborados y a un precio muy razonable de 11 euros por menú. El trato es muy amable.