11540 Taberna - Madrid

Me encantó el menú del día y no le pongo 5 estrellas porque quiero volver a probar a comer de carta.

El restaurante es agradable aunque podría mejorar con su personal, la comida es excelente. Cuando los dueños están presentes, el ambiente mejora. La atención puede ser un poco dura, pero si no te gusta, entonces cambia de trabajo. La gente va a divertirse, no a estar preocupados por lo que molesta a los trabajadores.

Los vinos estaban bien, pero intentamos pedir el pulpo que habíamos visto recomendado. Al mostrarles la foto, nos dijeron que no lo tenían allí, aunque claramente se veía que era su restaurante con sus mesas, su carta y todo. No entendemos por qué la camarera de la barra decía que eso no era de allí, sino de otro restaurante gallego. Al final, no pedimos nada.

Cierto es que se trataba de una cena de 34 personas, y que con tanta genteal final hay cosas que fallan. Pero la calidad del producto es innegociable. El menú, decente pero escaso, y el plato estrella que es el principal, no llega. Los primeros, muy buenos, aunque escasos. Chorizos con patatas, pulpo a la brasa, y ensalada para cada 4. La verdad que el pulpo especialmente, y la ensalada estaban espectaculares, con un sabor buenisimo. De segundo, daban a elegir entre pollo a la brasa, lubina o entrecot. Los que pedimos entrecot estuvimos de acuerdo en que la carne estaba bastante dura. De sabor buenísima, pero dura y escasa. Un sitio que se vende por su horno, no puede fallar en eso. El pollo y la lubina parece que los que lo probaron dijeron que estaba mucho mejor. De los postres, pusieron un surtido. La torrija y el flan muy bien, pero el brownie un poco seco y la tarta de queso no era nada especial. Incluía café. De lo que no nos podemos quejar es de la bebiba. 4 copas por comensal, entre las que se incluye cerveza alhambra, mahou o 1906, y vino que podía ser La Planta , un Ribera de Duero para mi gusto muy decente. Incluso dejaban canjear dos vales de bebida por una copa. En fin, me habían hablado muy bien de este sitio, pero diría que aunque decente, no me pareció nada especial. No sé si repetiría.

La comida está bien y lo mismo el precio. Pero hay cierta descompensación entre platos, por ejemplo si pides morcillas de primero te traen dos trocitos de morcilla, pero si pides otro primero te traen un plato lleno. Y lo mismo pasa con el segundo y el postre. Yo tuve la mala suerte de pedir morcilla y chipirones, que además estaban duros y fríos, pero el resto de comensales, cuatro más no tuvieron ninguno de esos problemas.