La Venta De La Tuerta

I arrived at just after 15.00 on a Sunday with two family members. We sat down in the bar area where there were other people eating. The waitress came over after a few minutes and told us quite firmly that if we wanted to eat we had to eat immediately. There was no 'menu del día ' available and the 'raciones ' on the normal menu seemed quite expensive. We decided to leave because we felt as though we were not welcome. Llegamos a las 15.00 el domingo para comer. No había menú, solo raciones de la carta (bastante caras en mi opinión). La camarera nos habló de manera desagradable: Si quieren comer, hay que comer YA . Nos marchamos sin comer.

I arrived at just after 15.00 on a Sunday with two family members. We sat down in the bar area where there were other people eating. The waitress came over after a few minutes and told us quite firmly that if we wanted to eat we had to eat immediately. There was no 'menu del día ' available and the 'raciones ' on the normal menu seemed quite expensive. We decided to leave because we felt as though we were not welcome. Llegamos a las 15.00 el domingo para comer. No había menú, solo raciones de la carta (bastante caras en mi opinión). La camarera nos habló de manera desagradable: Si quieren comer, hay que comer YA . Nos marchamos sin comer.

Este restaurante ofrece todo lo que puede desear. Comida tradicional y de alta calidad, en diferentes ambientes, ya que cuenta con un comedor interior, terraza acristalada con vistas a un jardín en el centro de la montaña, columpios para niños, un pequeño estanque con pescado, también hay patos, pavos reales, gallinas peludas... y en caso de que fuera poco, una zona chill out donde disfrutar de todo tipo de gafas selectas. Los propietarios asisten personalmente, muy amistosos, y con humor (nos ofrecieron pulpo al capapote, y jugos con vitaminas ABCDEFGHIJKLM y W), y con respecto al comentario anterior, y como nos explicaron, les gustan los niños, educados por supuesto, nadie quiere perturbar al niño en la mesa siguiente.

Está entre León y la bata y tiene una zona de descanso bastante cómoda. Eso prepara una bolsa.

A unos 10 km de la capital de Leoness, en el término municipal de Riosequino de Torio, este restaurante es uno de los elementos más emblemáticos y conocidos de León. Tiene varias décadas de experiencia detrás de su espalda. Ya en tiempos de la arrieria , esta venta fue famosa por ser el lugar donde los arrieros y sus compañeros se quedaron en el camino y la espalda de sus viajes. Situado en el borde de la carretera, esta venta solitaria ha sobrevivido a los buenos y malos puntos. Hoy, permanece, incluso más que antes, el lugar elegido por la gente para pasar un día tranquilo al aire libre. Cuenta con servicio de café, donde también venden productos típicos y restaurante, donde sirven el menú del día, así como un variado menú de platos, todos ellos basados en cocina casera y tradicional, en amplios comedor donde se pueden celebrar celebraciones y reuniones de todo tipo. Alrededor de la venta , una enorme zona verde con juegos infantiles , mesas y bancos de piedra colocados en la sombra de los árboles , terraza , su molino característico , un estanque con fuente y flores y una pista de tenis , servir como una reclamación a las familias y pandillas que buscan pasar un tiempo tranquilo .