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Bidra med feedbackEl fin de semana volví con mi familia al mediodía (13:30 hs) a comer después de bastante tiempo sin ir. Desde el vamos cuando hacemos el pedido nos indican que no había papas fritas. Raro que una parrilla se quede sin papas fritas un domingo al mediodía. Más raro fue enterarnos después que tampoco le quedaba más lechuga. Tampoco pudimos pedir otra Coca Light o Zero, ya que tampoco le quedaba. Pedimos parrillada Che Ramón. Al llegar las achuras pedí que me pusieran un poco más tiempo a la parrilla los chinchines, ya que estaban muy amarillos y gomosos. Llega la carne. Junto con ella no solo únicamente uno de los dos chinchulines que había mandado a cocinar, sino que estaba igual de blando y crudo (sospecho que era otro). Ni me molesté en reclamarlo. La tira incomible. Pura grasa por donde se la mire. Cero carne. Me la cambiaron por una porción un poco mejor. A esta altura del mediodía ya se oían los reclamos y se veían las malas caras de la mayoría de los comensales, que seguramente tampoco volverán a pisar la parrilla. Otro tema es el pobre mozo, único para toda la parrilla. No daba abasto. Encima se tuvo que comer todos los reclamos, la mayoría sin ser su responsabilidad.Resumiendo: mala calidad de la carne y achuras, falta de guarniciones, de bebidas, atención pésima. No vuelvo nunca mas.
Parrilla variada y abundanteRapida atencionMuy buenas empanadas de carneBuen lugar para reuniones familiares o de amigos
Hacía muchos años que no iba, y desde su dueño original, Don Ramón, cambió varias veces de dueño. Anoche tuvimos muy buena experiencia. Excelente mercadería, preparada al punto que solicitamos. El lugar no es grande, y como no fuimos temprano, estaba lleno. Sin embargo, nos atendieron muy bien. Comimos la parrillada Che Ramón para dos, y tenía todo lo que debía, en la medida justa para quedar más que satisfechas. Trajeron primero las achuras y después la carne; todo riquísimo. Ensalada, papas fritas y una botella de vino. Pagamos $450 cada una, es decir no es económico, pero vale totalmente la pena. Para el servicio tienen gente joven pero atenta y respetuosa. La próxima, habrá que probar las pastas.
Cuando fuimos había varias mesas ocupadas y pocos mozos. Se demoraron en servir y cuando lo hicieron, se equivocaron en los platos.
Cenamos una parrilada: la carne de primera calidad y con una óptima cocción. Y el postre exquisito. La atención es muy cordial por parte del mozo y del chef. Lo recomendamos por el ambiente familiar y la calidad gastronómica.