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Bidra med feedbackSiempre que hay plumas ibéricas en el menú de cualquier restaurante que normalmente lo ordeno, así que cuando digo que es muy bueno, lo es. las migajas muy bien, se pueden preguntar sin problemas; hay mejor pero también mucho peor allí. el peregrino ha sido curioso que sea tan bueno allí arriba, más que en muchos lugares de la costa; curiosamente la segunda ración casi no parecía la primera : . postres han sido todos brutales, especialmente el merengue con limón, para mí la estrella absoluta si consigues los postres con un toque fresco. lo obvio, que son las vistas, poco a comentar: de lo mejor en la zona. servicio con nosotros de 10; me ha dado la sensación de que la chica que nos asistió, o es la familia de los propietarios o usted tiene una verdadera joya del empleado. precio para mí corregido; comimos 4 adultos y una chica para 106 euros. como punto negativo, pero no tanto como para no poner las 5 estrellas: tienes 2 chimeneas que has visto, y los dos apagados, con el frío que entró en el pasillo. de lo contrario, con el deseo de repetir el seguro.
Teníamos reserva para 12. Decoración navideña muy bonita y ambiente agradable. El servicio estupendo y muy rápido y la comida fenomenal. Les dejo una foto de mi plato: pluma ibérica. Desde luego, una de las mejores que he probado. Sin duda, repetiré
Muy buen restaurante con unas vistas estupenda del pantano de la aviñuela y la maroma al fondo. La comida esquisita y el trato inmejorable. Precio muy competente dada la calidad de la comida
Espectacular restaurante para ir en pareja o en familia. Disfrutas mucho del paisaje y de lo acogedor que es el restaurante junto a un pantano precioso. Restaurante de muy buena cualidad a un precio asequible para todos, a pesar de la buena cualidad de la comida. Camareros muy simpáticos. En cuanto a la comida, especial mención a la brocheta de pollo y a la ensalada tropical.
No había estado en un lugar tan tranquilo durante tanto tiempo disfrutando de comida tan rica. El establecimiento es sereno, y desde la terraza se puede apreciar el embalse, mientras se escucha música relajante de fondo. El servicio es muy amable, aunque a veces es excesiva la atención para saber si hemos terminado de comer y si pueden retirar los platos (sin que el lugar estuviera lleno). La presentación de los platos es impresionante. Pedimos tostadas de salmón, una variedad de patés y carnes. Los platos son abundantes. Sin duda volveré para seguir degustando las delicias locales. La compañía hizo que el almuerzo fuera aún más agradable.