Foramontanos - Cabezón de la Sal

Nos encantó el sitio: el menú para 16 euros, muy bueno, incluyendo los montañistas cocinados que da a repetir. la carne muy sabrosa, es deshecha en la boca. la camarera muy agradable, la espera era portadora y lo mejor es que fuimos con un perro grande y tranquilo, comimos en la terraza / patio, que es espacioso, y se notó que el perro era incluso bienvenido a usted, que no es otra cosa decir Así que muchas gracias, si podemos, volveremos.

Menú económico y comida casera. Buena relación calidad precio.

Hay que decir que este restaurante se merece las 4 estrellas. Tanto la comida, el personal y el ambiente es bastante agradable ; La comida está hecha y tiene buen sabor, nada es salado ni dulce, todo a su punto. El personal es agradable te hace una estancia buena en el restaurante y son pendientes de lo más mínimo. La única queja que se podría poner es que la gente es desagradecida, dejando esta misma algunas veces los baños desagradables, algo de lo que se encagan si llamas la atención al respecto. Recomiendo el restaurante a toda costa, está bien de precio y como dije anteriormente la comida está buenísima, le aseguro que querrá repetir otro día.

Comida: 7/10 Servicio: 7,5/10 Ambiente/decoración: 6,5/10 Restaurante ubicado muy cerca de la carretera CA180 en el municipio de Santibáñez. Disponen de un menú de 15€ con cinco primeros y cinco segundos, postre y bebida, además de la carta. Nosotros pedimos un menú tabla de quesos y lubina) y dos platos de carta ensalada mixta y una sartén en este caso la llamada como el restaurante, es decir Foramontanos, que consta de dos huevos fritos, patatas fritas, jamón serrano y setas, y de postre un arroz con leche muy bueno). Todo estuvo bien. El servicio muy amable. Disponen de mesas en el exterior y de aparcamiento.

Buscamos un lugar para comer al lado de la carretera y nos detuvimos aquí. Estuvimos en las mesas exteriores porque el clima era muy agradable. Todos elegimos el menú del día. Yo pedí el cocido montañés, que estaba delicioso y abundante, y el ciervo estofado, que era muy bueno, aunque un poco más de salsa hubiera sido perfecto. Los postres, increíbles y caseros. Guardaré este descubrimiento por su tranquilidad, con buena atención y comida excepcional.