Boka nu
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Bidra med feedbackQue pena tenir que decir esto de un restaurante de mi tierra. Estuvimos 1h y 50m esperando para poder comer. Nos sirvieron la bebida y cada 25m, 1 plato, al final pedimos la cuenta sin acabar de comer y decirle al camarero que anulará el resto de platos. En resumidas cuentas, el servicio nefasto y los platos dejan mucho que desear. Desde luego, no volveremos a este chiringuito.
El sitio es muy agradable, si no hace mucho calor. Tienen un gran salón con aire acondicionado también. Los niños se pueden entretener en el parque infantil y el castillo. La comida está buena y los precios, razonables. Te avisan de que no puedes pagar con tarjeta a la hora de pagar. No nos aceptaron ni un bizum y nos hicieron ir al pueblo al cajero. Este inconveniente en un bar de paso de viajeros, no lo tienen puesto en las cartas, ni eln las mesas. Sólo un ridículo cartel en una esquina en un negocio con multitud de comensales. La experiencia acabó agridulce.
Llegamos a las 14:00 y son las 16:43 y no an sido capaces ni de sacar los platos de los niños que siguen sin comer a la hora que estamos una vergüenza atienden a una mesa y hasta 1ue no acaban con esa mesa no atienden a otra por lo cual el caos absoluto
Nos reunimos en mencionado restaurante, con la intención de pasar una velada, en total 5 comensales. Pedimos una ración de pluma Ibérica junto a otra dos, las cuales estaban riquisima, pero la primera tenía una textura de carne dura. Al pedir otras platos, nos dijeron que el servicio de cocina estaba cerrado, a lo cual pedimos una ración de queso y jamón ibérico, contestandonos de igual manera. La conclusión, nos quedamos con apetito.
Mi familia y yo visitamos este restaurante en octubre. Íbamos de paso y se nos ocurrió llegar. En primer lugar, nos dijeron que la cocina estaba cerrada y eran las 13:15, al camarero casi le ofendió que fuésemos a comer. En segundo lugar, nos ofrecieron un menú que improvisaron en el momento, que entre otras cosas pedimos un salmorejo y nos lo trajeron de bote. También pedimos de segundo un salmón y me trajeron las colas del salmón medio quemado que llevaba en el congelador bastante tiempo. Para terminar, encima de todo tardaron bastante y solo había tres mesas. En definitiva para no volver y llevarse el bocadillo para comernoslo en los merenderos.