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Bidra med feedbackLa comida no podía estar mas deliciosa, la calidad del pescado es espectacular. El servicio también fue muy bueno. Lo único malo es que es muy pequeño y se llena pronto, por lo que hay que ir temprano.
Se podría decir que es el mejor de toda la zona, por ponerles una pega es que no tienen más capacidad pero ese también es el encanto del Aguamarga. Los dueños y personal muy profesionales.
Pescado fresco y muy rico. Local demasiado pequeño, al llegar con carrito de bebé la camarera no fue nada agradable, tuvimos que guardar carrito en el coche, y mejor no molestarla mucho, el camarero de la barra super agradable. Local con mucho calor para ir en verano, y resto del año con reserva saber que vas a estar compartiendo con la mesa de al lado. Otro detalle no cobran con tarjeta.
Almería es tierra de mar y, como es lógico, bares de pescado los hay pero buenos ya no tantos. Este entra dentro de otra categoría, los que son una bendita maravilla. Un bar que combina las tapicas tradicionales almerienses, buenas y abundantes como antaño sin suplementos, con raciones es de obligada visita. Su carta ofrece tanto carne como pescado pero querido/a amigo/a, céntrate en el pescado porque es un verdadero manjar en la boca. Se nota que es fresco además de estar muy bien elaborado. Todas las tapas que probamos estaban riquísimas. Pedimos migas, aguja, gambas, lenguado y pota, todo ello de tapas. Como raciones unas vieiras y boquerones adobados que literalmente se comían como pipas. Para colmo el dueño nos obsequió con unos chupitos sin alcohol que él mismo hace (no te desvelaré su secreto). Hay que reconocer que es un tío muy majo y encantador el cual cuida mucho de su clientela. Recuerda amigo/a, Aguamarga no te amargará aunque no te confundas y vayas al pueblo (una gozada pero lleno de madrileños y demás turistas en pleno verano), únicamente tienes que moverte por la zona del Alcampo. Solo hay una pega, el bar es pequeño así que ve a primera hora si quieres pillar sitio.
El trato es excepcional... el licor de chocolate una maravilla para culminar la comida. Precio razobable.