Puerto Coco - Aldaia

Fui en Navidad con unos amigos, éramos 6 adultos, 2 bebés con cochecitos y una niña pequeña. Al entrar, me midieron a la niña para ver cuánto cobrarnos por su comida, parece que mi palabra no les sirve. Nos hicieron esperar unos 5 minutos deambulando por el comedor detrás de una chica hasta que encontró nuestra mesa reservada. Nos sentamos y cuando estábamos todos acomodados, nos dijeron que no podíamos estar así, teníamos que colocar los cochecitos de los bebés en un lugar y posición determinados... no había espacio suficiente para que los bebés estuvieran cerca de sus padres, así que tuvimos que cambiar de posición hasta encontrar la más adecuada para todos. Al hacer la reserva ya les habíamos informado que íbamos con dos cochecitos, podrían haberlo tenido en cuenta y habernos ubicado en un lugar donde los cochecitos no fueran un problema... pero no fue así. El comedor estaba muy lleno y las mesas muy cerca unas de otras. Para ser un buffet, donde la gente se mueve constantemente de un lado a otro, no estaba bien pensado. La comida no me gustó, comí pizza (bastante mediocre), pasta (también mediocre) y un par de cosas más, porque todo estaba casi vacío y no reponían mientras estábamos allí. Lo único que se salvó fue el postre, pero poco más. Por la poca y mala calidad de la comida, me pareció carísimo.

Fuimos en pareja a comer y resultó ser un festín para los sentidos. Entramos con la intención de simplemente comer y acabamos dando la vuelta al mundo con cada plato. Encontramos una variedad de cocinas, desde española hasta japonesa, todas con una excelente calidad y presentación. El buffet cumple con lo que promete en calidad y precio, además de disfrutar de una buena atención y una decoración que evoca la esencia caribeña.

No esta mal, las bebida se tienen que pagar. La paella esta hecha con lena, puro estilo valenciano.Comida de buena calidad.

Un ambiente bastante agradable, empezando por un local con una decoración y una distribución muy acertadas por su amplitud y su accesibilidad, sin estrecheces y con espacio entre comensales, el servicio también muy simpáticos y atentos, pero ahora vamos a lo importante, CALIDAD/ PRECIO, no hay una amplísima oferta, pero todo lo que probe de entrantes carnes y arroces, estaba muy rico, mucho sabor y cocciones y texturas muy acertadas, no pude probar el marisco ni el sushi porque soy alérgico, pero imagino que estarían igual de rico, la sombras llegaron en los postres, donde la verdad me decepcionó sobre manera la falta de sabor que tenían y la pésima textura del helado, que no tenía nada de cremosidad, era puro hielo, así que le daría un 8/10 si no fuera por los postres que más que endulzar me amargaron el final de la comida

Decoración 10 Comida 10 Variedad 10 Ambiente 10 Precio 10 En resumen, ¡el mejor buffet libre que he probado nunca! La piña asada es algo simplemente maravilloso.